V PREGÓN DE LA CUARESMA Y LA SEMANA SANTA
COFRADÍA DE LA SANTA VERA CRUZ
VIERNES, 1 MARZO 2019
20 HORAS

Estimado alcalde presidente, rector de la cofradía, cabildo de gobierno, representantes de las diferentes cofradías de Semana Santa de Valladolid, autoridades presentes, cofrades de nuestra Ilustre y Venerable Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, familia, amigos y demás asistentes, muy buenas tardes a todos.
Quiero que mis primeras palabras sean de agradecimiento. En particular a D. José Luis Martín y a D. Daniel Domínguez, por haber pensado en este hermano cofrade, para presentar el Pregón de Semana Santa de nuestra Cofradía Penitencial este año.
Tengo claro que no es merecido el honor de tal elección, pero acepto el reto gustosamente por deferencia a vosotros y lo que representáis, por la confianza depositada en mí, y por hacerlo en este templo y cofradía que me hacen sentir, de verdad, como en casa, y lo hago desde el respeto y la devoción.
Tampoco me ha resultado sencillo determinar la línea argumental de mi exposición, pues de hacerlo desde la vertiente histórica, jamás podría acercarme a la intervención de nuestro hermano cofrade y amigo D. Javier Burrieza, quien, de la mano de sus recuerdos familiares, se fue acercando a los hechos históricos y artísticos que han dado forma a nuestra Cofradía y, por ende, a nuestra Semana Santa, y que abrió el ciclo de pregones, ya hace un lustro.
Desde el ámbito de la fe, tampoco osaría plantear mi pregón, tras las profundas palabras de D. Jesús Manuel Losa, quien desde sus obligaciones y trabajo en la comunidad parroquial de San Miguel y de San Nicolás, a la que pertenece, y como hermano cofrade, nos transmitía, pese a sus dudas, algo tan espiritual como el significado de la Santa Cruz en nuestra querida Semana Santa, materializado en esta reliquia del Lignum Crucis que tenemos aquí presente, y que es el alma y el origen de esta cofradía.
Por otra parte, desde la vertiente artística me ocurre lo mismo tras la intervención en 2017 de nuestro hermano D. Alejandro Rebollo, quien bajo el título “In hoc signo Vinces. Con este signo vencerás”, nos acercó con tanto esmero y precisión al patrimonio espiritual y material de la Vera Cruz.
Y qué decir de mi inmediato antecesor en esta labor de pregonero, D. Javier Carlos Gómez, párroco de la iglesia de San Miguel y responsable de la actual Unidad Pastoral de San Miguel y San Nicolás, a la que está adscrita nuestra Cofradía Penitencial, que se centró, como decía textualmente, “en celebraciones, advocaciones o momentos que, además de tener una fuerza religiosa fuerte, lleva también un mensaje especial de aliento para ayudarnos a mirar la realidad con la valentía y la ilusión suficiente como para desear transformarla y convencernos que está en nuestras manos deshacernos del hombre viejo, y dejar nacer en nosotros el hombre nuevo fruto de la resurrección del Señor”.
Entenderéis ahora mi desazón, aunque algo mitigada cuando viene a mi memoria ese dicho popular de que “no hay quinto malo”, expresión que tiene su origen en la época en la que en las corridas de toros no existía el sorteo de los mismos, sino que era el ganadero quien reservaba el de mejor nota y presumible mejor comportamiento para ser lidiado en quinto lugar, tal y como nos aclara el escritor Carlos Abella. No sé si era esta la intención de José Luis y Daniel al hacerme la invitación, y solo espero que San Pedro Regalado, patrón de los toreros y nacido aquí mismo, en nuestra querida calle de Platerías, me ampare y proteja en la lidia de este pregón.
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