Liturgia y santoral 9/5/21 VI DOMINGO PASCUA
#coronavirgendolores2023
VI DOMINGO DE PASCUA
Hechos de los apóstoles 10,25-26.34-35.44-48
El don del Espíritu Santo se ha derramado también sobre los gentiles
Cuando iba a entrar Pedro, salió Cornelio a su encuentro y se echó a sus pies a modo de homenaje, pero Pedro lo alzó, diciendo: “Levántate, que soy un hombre como tú.” Pedro tomó la palabra y dijo: “Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea.” Todavía estaba hablando Pedro, cuando cayó el Espíritu Santo sobre todos los que escuchaban sus palabras. Al oírlos hablar en lenguas extrañas y proclamar la grandeza de Dios, los creyentes circuncisos, que habían venido con Pedro, se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo se derramara también sobre los gentiles. Pedro añadió: “¿Se puede negar el agua del bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?” Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Le rogaron que se quedara unos días con ellos.
Salmo responsorial: 97
El Señor revela a las naciones su salvación.
Cantad al Señor un cántico nuevo, / porque ha hecho maravillas; / su diestra le ha dado la victoria, / su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su victoria, / revela a las naciones su justicia: / se acordó de su misericordia y si fidelidad / en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado / la victoria de nuestro Dios. / Aclama al Señor, tierra entera; / gritad, vitoread, tocad. R.
1Juan 4,7-10
Dios es amor
Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados.
Juan 15,9-17
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.”
SANTORAL:
* San Beato de Vendôme, San Dionisio de Vienne, San Geroncio de Cervia, San Gregorio Ostiense, San Hermas, San Isaías, San José Dô Quang Hiên, San Pacomio.
* Beato Estefano Grelewski, Beato Forte Gabrielli, Beato Juan Benincasa, Beata María Teresa de Jesús Gerhardinger, Beato Tomás Pickering.
San Pacomio
Nació en Sneh, en Tebaida, Egipto, en el seno de una familia campesina y pagana. Fue reclutado en una leva para el ejército del emperador Maximiano y llevado a Tebas, donde fue encarcelado. Allí tuvo el primer contacto con los cristianos que le marcó para toda la vida, cuando le entregaron alimento sin preguntarle quién era, este hecho le impactó tanto que será punto de referencia para su interpretación de la vida cristiana y monástica. El gesto fraterno de los cristianos de amor a Dios y a los hombres será también el principio que inspirará su “koinonía” (comunión) monástica.
Liberado, se dirigió a Seneset (hoy Kasr-el-Sayad) donde había una comunidad cristiana, y donde se bautizó en el 313. Allí se quedó sirviendo a los pobres, especialmente a los apestados y tres años más tarde decidió irse a vivir como anacoreta en la soledad del desierto, buscando una vida más entregada, más santa, según el ideal de la época, y buscando al famoso anacoreta san Palemón, tal como se lo había aconsejado el obispo san Alejandro de Alejandría. Aquí estuvo siete años viviendo la vida ascética y la oración continua, lectura y meditación de la Escritura.
En el 320, por una inspiración divina, construyó su primer monasterio en Tabenna en el Nilo, que fue el inicio de otros muchos monasterios fundados por él y sus discípulos. Su hermano Juan se unió a su fundación, aunque prefería la vida anacoreta, frente a la cenobítica preferida por Pacomio. Gobernó todos estos monasterios de la misma forma, parecida a la de un moderno Superior General. En el primer monasterio femenino que fundó puso como superiora a su hermana María.
Escribió para ellos la primera regla cenobítica que se conoce, destacándose así del monacato que se vivía en aquellos tiempos. Determinó la organización del monasterio, con su hospedería, enfermería, talleres, refectorio, oratorio, todo bajo la autoridad del abad, quería que fueran sus monjes una auténtica comunidad a ejemplo de la primera comunidad de Jerusalén. Se opuso al arrianismo y gozó de la visita de san Atanasio de Alejandría. Cuando murió de peste, regía a un gran número de monjes que vivían en nueve monasterios y dos conventos femeninos. Se le venera como una de las grandes figuras del monacato cenobítico. Murió de peste en su monasterio de Pabau, cerca de Tebas.
Coronación Canónica de la Virgen de los Dolores 2023
¡¡¡TU ORACION ES SU CORONA!!!