Domingo de Ramos 2015
“Gloria al Hijo de David, sol inmenso de bondad” Así comienza la canción de alabanza que cantamos y, sobre todo, escuchamos, a lo largo de la procesión que cada Domingo de Ramos recorre las calles de Valladolid. Este año sin duda el sol era “inmenso de bondad” ya que nos acompañó durante toda la procesión con una temperatura más que agradable.
De nuevo nuestro paso de “La Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén” o, como todos cariñosamente lo llamamos, “La Borriquilla” procesionó por las calles de la ciudad a hombros de sus cofrades de la Vera Cruz. Las calles estaban a rebosar de gente, tanto es así que nuestro Cardenal Arzobispo, D. Ricardo Blázquez manifestó que “nunca había visto una procesión con tanto público” como la del domingo.
Un día festivo de glorificar al Hijo de David, en el que, sobre todo los más pequeños, disfrutaron de su procesión acompañando a Jesús.
“Gloria al Hijo de David, sol inmenso de bondad” Así comienza la canción de alabanza que cantamos y, sobre todo, escuchamos, a lo largo de la procesión que cada Domingo de Ramos recorre las calles de Valladolid. Este año sin duda el sol era “inmenso de bondad” ya que nos acompañó durante toda la procesión con una temperatura más que agradable.
De nuevo nuestro paso de “La Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén” o, como todos cariñosamente lo llamamos, “La Borriquilla” procesionó por las calles de la ciudad a hombros de sus cofrades de la Vera Cruz. Las calles estaban a rebosar de gente, tanto es así que nuestro Cardenal Arzobispo, D. Ricardo Blázquez manifestó que “nunca había visto una procesión con tanto público” como la del domingo.
Un día festivo de glorificar al Hijo de David, en el que, sobre todo los más pequeños, disfrutaron de su procesión acompañando a Jesús.