Liturgia y santoral 1/4/14 MARTES

FERIA
– Ez 47, 1-9. 12. Vi que manaba el agua del lado derecho del templo, y habrá vida dondequiera que llegue la corriente.
– Sal 45. R. El Señor del universo está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
– Jn 5, 1-16. Al momento aquel hombre quedó sano
1 Después de esto, hubo una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
2 Hay en Jerusalén, junto a la Probática, una piscina que se llama en hebreo Betesda, que tiene cinco pórticos.
3 En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua.
4 Porque el Angel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, quedaba curado de cualquier mal que tuviera.
5 Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
6 Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres curarte?»
7 Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo.»
8 Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda.»
9 Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día.
10 Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla.»
11 El le respondió: «El que me ha curado me ha dicho: Toma tu camilla y anda.»
12 Ellos le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te ha dicho: Tómala y anda?»
13 Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar.
14 Más tarde Jesús le encuentra en el Templo y le dice: «Mira, estás curado; no peques más, para que no te suceda algo peor.»
15 El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado.
16 Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado.

SANTORAL:
Santos: Venancio, Hugo, Celso, Dodolino, Prudencio, Leuconio, Melitón, Tesifón, obispos; Víctor, Esteban, Teodora, Marcela, Quinciano, Ireneo, mártires; Vinebaldo, Valerio, Walerico, Macario, abades.

Imagen
San Venancio, después de haber sufrido los tormentos más espantosos, fue arrojado a un estercolero. Curado milagrosamente por un ángel, se presentó nuevamente ante el juez que lo había condena do. Mientras el santo hablaba, cayó el juez boca arriba y expiró exclamando: “El Dios de Venancio es el solo Dios verdadero, destruid vuestros ídolos”. Los leones a los que fuera arrojado como alimento, en seguida, posternáronse a sus pies, mientras el santo predicaba la fe a los espectadores. En fin, después de haber sido arrastrado por entre zarzales y precipitado desde lo alto de una roca sin que sufriese mal alguno, fue decapitado a la edad de 17 años.