Liturgia y santoral 10/1/14 VIERNES

FERIA
– 1Jn 4, 19- 5, 4. Quien ama a Dios, ame también a su hermano.
– Sal 71. R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
– Lc 4, 14-22a. Hoy se cumple esta Escritura
14 Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región.
15 El iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos.
16 Vino a Nazará, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura.
17 Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito:
18 El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos
19 y proclamar un año de gracia del Señor.
20 Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él.
21 Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.»
22 Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»

SANTORAL:
Santos: Nicanor, mártir; Agatón, Marciano, presbíteros; Aldo, Gonzalo, confesores; Guillermo (=Willian, Billy), Juan el Bueno, Patrocinio y Domiciano, obispos; Pedro Urseolo, monje; Leonia Francisca de Sales Aviat, beata.

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SAN PEDRO DE ORSÉOLO 928-987
Miembro de una rica familia veneciana, era un buen soldado, capitán de flotas guerreras y vencedor de piratas, cuando se acerca el fin del primer milenio y Venecia va a iniciar su época más gloriosa de poderío y fastuosidad. Posiblemente, también activo conspirador en tiempos del dux Pedro IV Candiano, quien perecerá en una revuelta cuando intentaba proclamarse rey.
Le sucede como dux este Pedro del que ahora se trata, del clan de los Orseoli, y durante unos años se le juzga excelente gobernante que pone orden en la ciudad. Sabemos de él que tenía una esposa y un hijo, y que era hombre justo y muy piadoso, con buena fama entre los venecianos.
Hasta que un día de septiembre de 978, sin avisar a nadie, sin prevenir siquiera a los suyos, renuncia a todos los honores y a la fortuna, sale de Venecia ocultamente y marcha peregrinando a un monasterio del Pirineo rosellonés, San Miguel de Cuxá, donde se hace monje benedictino.
No le bastará una decisión tan radical, y al cabo de unos años elige una vida aún más solitaria, será ermitaño cerca del monasterio, hasta que muere en olor de santidad, florecen los milagros que la confirman y siglos después le canoniza la Iglesia.
La santidad es siempre un itinerario de la dispersión a la unidad, del mundo a Dios, y en este caso de san Pedro de Orséolo se representa desde el balcón del Adriático y sus palacios de Venecia a un rinconcito de los Pirineos, a una celda desnuda, y por fin a una simple ermita en la montaña. Desde la grandeza aparente a la invisible, así se traza el camino de santo dux