Liturgia y santoral 11/4/18 MO: S. ESTANISLAO
M. obligatoria: SAN ESTANISLAO, obispo y mártir
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (5,17-26):
EN aquellos días, el sumo sacerdote y todos los suyos, que integran la secta de los saduceos, en un arrebato de celo, prendieron a los apóstoles y los metieron en la cárcel pública. Pero, por la noche, el ángel del Señor les abrió las puertas de la cárcel y los sacó fuera, diciéndoles:
«Marchaos y, cuando lleguéis al templo, explicad al pueblo todas estas palabras de vida».
Entonces ellos, al oírlo, entraron en el templo al amanecer y se pusieron a enseñar. Llegó entre tanto el sumo sacerdote con todos los suyos, convocaron el Sanedrín y el pleno de los ancianos de los hijos de Israel, y mandaron a la prisión para que los trajesen. Fueron los guardias, no los encontraron en la cárcel, y volvieron a informar, diciendo:
«Hemos encontrado la prisión cerrada con toda seguridad, y a los centinelas en pie a las puertas; pero, al abrir, no encontramos a nadie dentro».
Al oír estas palabras, ni el jefe de la guardia del templo ni los sumos sacerdotes atinaban a explicarse qué había pasado. Uno se presentó, avisando:
«Mirad, los hombres que metisteis en la cárcel están en el templo, enseñando al pueblo».
Entonces el jefe salió con los guardias y se los trajo, sin emplear la fuerza, por miedo a que el pueblo los apedrease.
Salmo
Sal 33,2-3.4-5.6-7.8-9
R/. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R/.
El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles
y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (3,16-21):
TANTO amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.
Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.
En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.
SANTORAL:
• San Antipas, San Barsanufio, San Domnión de Salona, San Estanislao de Cracovia, San Felipe de Gortina, Santa Gemma Galgani, San Isaac de Spoleto.
• Beato Ángel de Clavasio Carletti, Beata Elena Guerra, Beato Jorge Gervase, Beato Lanuino, Beata Sancha de Portugal, Beato Semproniano Ducki.
San Estanislao de Cracovia (n. Szczepanów, Polonia, 26 de julio de 1030 – f. Cracovia, Voivodato de Pequeña Polonia, 11 de abril de 1076), fue un obispo de Cracovia, mártir y santo polaco.
Estinislao estudió en la ciudad de Gniezno, luego fue enviado por sus padres a París, en Francia y a Lieja, en Bélgica. Cuando regresó a Polonia fue ordenado sacerdote por Lambert Suła, el entonces obispo de Cracovia. Cuando Lambert Suła murió en 1072, fue ordenado el nuevo obispo de Cracovia. Estanislao criticaba mucho los crueles castigos del del rey polaco Boleslao II el Temerario, y tuvo varios conflictos en materia del propiedades y terrenos. En una oportunidad Boleslao afirmaban que uno de los terrenos que había recibido el obispado de Cracovia no le correspondían y exigió que Estanislao renunciase a ellos de inmediato. Según la leyenda Estanislao resolvió resucitar a Pedro, el noble que había hecho la donación y lo llevó a testificar. Sin poder objetar el asunto Boleslao se vio forzado a ceder. Sin embargo los conflictos se agudirazon más aún hasta que el monarca ordenó a sus hombres que ejecutasen al obispo. Sin atreverse siquiera a tocarlo, la leyenda relata que Boleslao mismo tomó su espada y asesinó a Estanislao mientras celebraba una misa el 11 de abril de 1076.
Como castigo Boleslao aplicó una medida común en esa época de descuartizar el cuerpo sin vida del Santo, el cual milagrosamente luego de ser colocado en su ataúd se reensambló y recuperó su gracia. El asesinato generó disturbios e inestabilidad en Polonia tras lo cual Boleslao se vio forzado a huir a la corte de su primo el rey San Ladislao I de Hungría.