Liturgia y santoral 14/7/19 XV DOMINGO ORDINARIO
XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Deuteronomio 30, 10-14
El mandamiento está muy cerca de ti; cúmplelo
Moisés habló al pueblo, diciendo: “Escucha la voz del Señor, tu Dios, guardando sus preceptos y mandatos, lo que está escrito en el código de esta ley; conviértete al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma.
Porque el precepto que yo te mando hoy no es cosa que te exceda, ni inalcanzable; no está en el cielo, no vale decir: “¿Quién de nosotros subirá al cielo y nos lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos?”; ni está más allá del mar, no vale decir: “¿Quién de nosotros cruzará el mar y nos lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos?”
El mandamiento está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca. Cúmplelo.”
Salmo responsorial: 68
Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Mi oración se dirige a ti, Dios mío, el día de tu favor; que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude. Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia; por tu gran compasión, vuélvete hacia mí. R.
Yo soy un pobre malherido; Dios mío, tu salvación me levante. Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de gracias. R.
Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. R.
El Señor salvará a Sión, reconstruirá las ciudades de Judá. La estirpe de sus siervos la heredará, los que aman su nombre vivirán en ella. R.
Colosenses 1, 15-20
Todo fue creado por él y para él
Cristo Jesús es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz.
Lucas 10, 25-37
¿Quién es mi prójimo?
En aquel tiempo, se presentó un maestro de la Ley y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?”
Él le dijo: “¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?”
Él contestó: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo.”
Él le dijo: “Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida.”
Pero el maestro de la Ley, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?”
Jesús dijo: “Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.
Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él, y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta.” ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?”
Él contestó: “El que practicó la misericordia con él.”
Díjole Jesús: “Anda, haz tú lo mismo.”
SANTORAL:
• Adeodato de Canterbury, San Camilo de Lellis, San Francisco Solano, San Heracles de Alejandría, San Juan Wang Guixin, San Marchelmo de Deventer, San Optaciano de Brescia, Santa Tuscana de Verona, San Vicente o Madelgario.
• Beata Angelina de Marsciano, Beato Bonifacio de Saboya, Beata Catalina Tekakwitha, Beato Gaspar de Bono, Beato Ghebre Miguel, Beato Hroznata, Beato Ricardo Langhorne.
Camilo de Lelis o Camillo de Lellis (Bucchianico di Chieti, 25 de mayo de 1550 – Roma, 14 de julio de 1614) primero dedico su vida a las armas, y después de su conversión a los enfermos, fue un sacerdote y religioso italiano, fue fundador de la Orden de los Camilos, orden hospitalaria dedicada a los enfermos, y precursor de la Cruz Roja.
Camilo de Lellis nació en el pueblo de Bucchianico (Chieti, Italia), en 1550. Su nacimiento tuvo lugar en un establo, ya que a pesar de ser de familia noble, su madre quiso imitar el nacimiento de Jesús. Quedó huérfano de madre cuando era muy niño, vivió con su padre, que era mercenario militar, hasta que quedó huérfano de padre, en su adolescencia. Durante su adolescencia tomó como vicio el juego de las cartas, lo cual le acarreó graves contratiempos. Hijo de un militar, elige esa misma profesión a los diecinueve años y participa en numerosas acciones de guerra por todo el Mediterráneo, donde tras ser herido trabajaría como enfermero.
Pronto volvió al ejército y al juego, lo que le hizo acabar mendigando. Antes de su conversión, Camilo vivió una vida disoluta, llena de vicios, hasta que un día, quedó pobre, solo y malvestido. Un caballero feudal lo lleva a caballo al Convento de Frailes Capuchinos de San Giovanni Rotondo en 1575 tiene lugar su conversión y decidió dedicar su vida a Dios, ingresando en los Capuchinos como fray Cristóbal; pero en 1582 un accidente en el empeine del pie derecho, hizo que abandonara el convento, rumbo al Hospital de Morcone.
Cuando procedía a embarcar a Roma, miró por la calle a un enfermo abandonado en el muelle, eso inspiró a Camilo a dedicar su vida al servicio de los enfermos. Se coloca como mayordomo en el Hospital de Santiago en Roma bajo la dirección de Felipe Neri. Viendo el trato negligente que se daba a los enfermos, piensa en una asociación que les dé una atención humana y cristiana, después de haber visto tantos heridos abandonados en los campos de batalla. A la edad de treinta años ingresa en el Colegio Romano (ahora Universidad Gregoriana), a pesar de la burla de sus jóvenes compañeros, que le discriminaban porque le encontraron demasiado viejo para decidirse por el sacerdocio. Para ello se ordena sacerdote el 26 de mayo de 1584 pese a su avanzada edad.
Tras una larga andadura como enfermero, lo que lo llevó posteriormente a fundar la Congregación de “Hermanos Ministros de los Enfermos y Mártires de la Caridad” (Clericorum Regolarium Ministrantium Infirmis), más conocida como Camilianos, destinada al cuidado de los enfermos abandonados. La Orden de los Camilos o Camilianos, fue aprobada pronto, y que fue de gran ayuda cuando el tifus asoló Roma. En el mes de septiembre junto a un grupo de compañeros recibe el hábito de la nueva comunidad religiosa de los Ministros de los enfermos, que el 18 de marzo de 1586 sería aprobada por Sixto V y a la que Gregorio XIV elevaría a la categoría de orden religiosa, emitiendo Camilo los votos solemnes el día 8 de diciembre de 1591.
Murió en Roma, el 14 de julio de 1614, a la edad de 64 años, y su festividad se celebra el 14 de julio. Fue beatificado en 1742 en Roma por Benedicto XIV, y canonizado el 29 de junio de 1746 en Roma por Benedicto XIV.
Sus restos se encuentran en la Iglesia de Santa María Magdalena, donde Sebastiano Conca pintó un fresco sobre su vida. Tradicionalmente, también se ha asegurado siempre que en esta iglesia se encuentran los restos de Santa Marcela, San Maximino de Aix e incluso la propia María Magdalena.
En 1886, León XIII declaró San Camilo, juntamente con San Juan de Dios, protectores de todos los enfermos y hospitales del mundo católico; patrono universal de los enfermos, de los hospitales y del personal hospitalicio.