Liturgia y santoral 18/12/15 VIERNES

FERIA
Jeremías 23,5-8
Suscitaré a David un vástago legítimo

“Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán con este nombre: “El-Señor-nuestra-justicia”. Por eso, mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que no se dirá: “Vive el Señor, que sacó a los israelitas de Egipto”, sino que se dirá: “Vive el Señor, que sacó a la raza de Israel del país del Norte y de los países adonde los expulsó, y los trajo para que habitaran en sus campos.””
Salmo responsorial: 71
Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.

Dios mío, confía tu juicio al rey, / tu justicia al hijo de reyes, / para que rija a tu pueblo con justicia, / a tus humildes con rectitud. R.
Él librará al pobre que clamaba, / al afligido que no tenía protector; / él se apiadará del pobre y del indigente, / y salvará la vida de los pobres. R.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, / el único que hace maravillas; / bendito por siempre su nombre glorioso; / que su gloria llene la tierra. / ¡Amén, amén! R.
Mateo 1,18-24
Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: “José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.”
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: “Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”.” Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.

SANTORAL:
La Espectación del Parto. Nuestra Señora de la O.
Virgen de la Esperanza, Patrona de los agentes comerciales.
Santos: Rufo, Zósimo, Teótimo, Basiliano, Víctor, Victorino, Quinto, Simplicio, mártires; Adela, Desiderato, Paladio, confesores; Auxencio, Floro, Graciano, obispos; Modesto, patriarca.

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Nuestra Señora de la O La de Nuestra Señora de la O, o de la Virgen de la Esperanza o de la Expectación del Parto, es una festividad genuinamente española, habiendo sido instituida por los Padres del X Concilio de Toledo en el año 656, fijándola ocho días antes de la Natividad de Jesús, el 18 de diciembre. La razón dada es que, cayendo en cuaresma la festividad de la Anunciación de Nuestra Señora, no se podía celebrar con la debida solemnidad y regocijo debido al tiempo de penitencia, por lo cual se proponía esta segunda fiesta para dar realce al misterio de la Encarnación del Verbo. Es la celebración de la esperanza, pues la Virgen lleva al Mesías esperado por Adán, Noé, Abraham y los Patriarcas, y anunciado por los Profetas; al deseado de las naciones, al que es la salvación del mundo. Al estar tan cerca de la Navidad, se hace patente la expectativa del divino parto. La fiesta arrancaba con las primeras vísperas, el día anterior, en las que se cantaba la primera de las antífonas mayores llamadas “O” por principiar con esta exclamación todas ellas. De allí el nombre de Nuestra Señora de la O, que ha sido interpretado más popularmente como aludiendo al estado avanzado de gravidez de la Santísima Virgen, cuyo purísimo vientre se muestra ya redondo como esa vocal a pocos días del alumbramiento del Hijo de Dios. Hoy celebran su santo todas las que se llaman Esperanza.