Liturgia y santoral 2/9/14 MARTES

FERIA
– 1Cor 2, 10b-16. A nivel humano, uno no capta lo que es propio del Espíritu de Dios; en cambio, el hombre de espíritu tiene un criterio para juzgarlo todo.
– Sal 144. R. El Señor es justo en todos sus caminos.
– Lc 4, 31-37. Sé quién eres: el Santo de Dios
31 Bajó a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba.
32 Quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad.
33 Había en la sinagoga un hombre que tenía el espíritu de un demonio inmundo, y se puso a gritar a grandes voces:
34 «¡Ah! ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios.»
35 Jesús entonces le conminó diciendo: «Cállate, y sal de él.» Y el demonio, arrojándole en medio, salió de él sin hacerle ningún daño.
36 Quedaron todos pasmados, y se decían unos a otros: «¡Qué palabra ésta! Manda con autoridad y poder a los espíritus inmundos y salen.»
37 Y su fama se extendió por todos los lugares de la región

SANTORAL:
Santos: Agrícola, Cástor, Maine, Próspero, Elpidio, Justo, obispos; Brocardo, Eleazar, Licinio, confesores; Teodora de Alejandría, penitente; Antolín, Diómedes, Julián, Felipe, Esiquio, Eutiquiano, Leónides, Filadelfo, Melanipo, Pantagapas, Peregrino, Facundino, Juventino, Almaquio, Sofía, Teódota, Zenón, Concordio, Teodoro, Máxima, Ansiano, mártires; Nonnoso, abad; Cosme, eremita; Raquel (A. T.)

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SAN ANTOLÍN S. III
Nació de estirpe real en la Galia Narbonense a mediados del siglo III. Recibió ordenes sagradas en Salerno, donde vivió por espacio de dieciocho años y dedicándose a la predicación. Al volver a Francia fue acusado de ser cristiano ante su tío Teodorico, que reinaba en Tolosa, quien le mandó prender por espacio de siete días sin alimento, pero ayudado por un joven noble resistió las penas de la prisión. Al fallecimiento de su tío quedó libre y se retiró a la soledad de un bosque, dónde descubierto por el sucesor de su tío, Galacio, fue hecho prisionero de nuevo junto con sus compañeros y degollados y arrojados sus cuerpos al río Aregia. La catedral de Palencia le tiene como patrono y se conserva en la cripta una cueva donde se supone que reposan sus restos. La leyenda o la historia, cuentan que el rey Sancho de Navarra en una cacería de ciervos persiguiendo a uno penetró en la cueva y al momento de disparar su arco se le paralizó la mano. Es considerado patrono de los cazadores españoles. Su devoción es considerable en la ciudad de Palencia