Liturgia y santoral 2/9/16 VIERNES

FERIA
1Corintios 4, 1-5
El Señor pondrá al descubierto los designios del corazón
Hermanos: Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador, lo que se busca es que sea fiel. Para mí, lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor. Así, pues, no juzguéis antes de tiempo: dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios.
Salmo responsorial: 36
El Señor es quien salva a los justos.
Confía en el Señor y haz el bien, / habita tu tierra y practica la lealtad; / sea el Señor tu delicia, / y él te dará lo que pide tu corazón. R.
Encomienda tu camino al Señor, / confía en él, y él actuará: / hará tu justicia como el amanecer, / tu derecho como el mediodía. R.
Apártate del mal y haz el bien, / y siempre tendrás una casa; / porque el Señor ama la justicia / y no abandona a sus fieles. R.
El Señor es quien salva a los justos, / él es su alcázar en el peligro; / el Señor los protege y los libra, / los libra de los malvados y los salva / porque se acogen a él. R.
Lucas 5, 33-39
Llegará el día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán
En aquel tiempo dijeron a Jesús los fariseos y los letrados: “Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber”. Jesús les contestó: “¿Queréis que ayunen los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Llegará el día en que se lo lleven, y entonces ayunarán”.Y añadió esta comparación: “Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo, porque se estropea el nuevo, y la pieza no le pega al viejo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque revientan los odres, se derrama, y los odres se estropean. A vino nuevo, odres nuevos. Nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: Está bueno el añejo”.

SANTORAL:
Santos: Agrícola, Cástor, Maine, Próspero, Elpidio, Justo, obispos; Brocardo, Eleazar, Licinio, confesores; Teodora de Alejandría, penitente; Antolín, Diómedes, Julián, Felipe, Esiquio, Eutiquiano, Leónides, Filadelfo, Melanipo, Pantagapas, Peregrino, Facundino, Juventino, Almaquio, Sofía, Teódota, Zenón, Concordio, Teodoro, Máxima, Ansiano, mártires; Nonnoso, abad; Cosme, eremita; Raquel (A. T.)

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SAN ANTOLÍN S. III
Nació de estirpe real en la Galia Narbonense a mediados del siglo III. Recibió ordenes sagradas en Salerno, donde vivió por espacio de dieciocho años y dedicándose a la predicación. Al volver a Francia fue acusado de ser cristiano ante su tío Teodorico, que reinaba en Tolosa, quien le mandó prender por espacio de siete días sin alimento, pero ayudado por un joven noble resistió las penas de la prisión. Al fallecimiento de su tío quedó libre y se retiró a la soledad de un bosque, dónde descubierto por el sucesor de su tío, Galacio, fue hecho prisionero de nuevo junto con sus compañeros y degollados y arrojados sus cuerpos al río Aregia. La catedral de Palencia le tiene como patrono y se conserva en la cripta una cueva donde se supone que reposan sus restos. La leyenda o la historia, cuentan que el rey Sancho de Navarra en una cacería de ciervos persiguiendo a uno penetró en la cueva y al momento de disparar su arco se le paralizó la mano. Es considerado patrono de los cazadores españoles. Su devoción es considerable en la ciudad de Palencia