Liturgia y santoral 20/11/13 MIÉRCOLES

FERIA
– 2Mac 7, 1. 20-31. El creador del universo os devolverá el aliento y la vida.
– Sal 16. R. Al despertar, Señor, me saciaré de tu semblante.
– Lc 19, 11-28. ¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco
En aquel tiempo, dijo Jesús una parábola; el motivo era que estaba cerca de Jerusalén, y se pensaban que el reino de Dios iba a despuntar de un momento a otro. Dijo, pues: “Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles: “Negociad mientras vuelvo.”Sus conciudadanos, que le aborrecían, enviaron tras él una embajada para informar: “No queremos que él sea nuestro rey.” Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: “Señor, tu onza ha producido diez.” Él le contestó: “Muy bien, eres un empleado cumplidor; como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades.” El segundo llegó y dijo: “Tu onza, señor, ha producido cinco.” A ése le dijo también: “Pues toma tú el mando de cinco ciudades.” El otro llegó y dijo: “Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en el pañuelo; te tenía miedo, porque eres un hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras.” Él le contestó: “Por tu boca te condeno, empleado holgazán. ¿Conque sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro? Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses.”Entonces dijo a los presentes: “Quitadle a éste la onza y dádsela al que tiene diez.” Le replicaron: “Señor, si ya tiene diez onzas.” “Os digo: ‘Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.’ Y a esos enemigos míos, que no me querían por rey, traedlos acá y degolladlos en mi presencia.”” Dicho esto, echó a andar delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.

SANTORAL:
Santos: Félix de Valois, fundador de los Trinitarios; Doro, Hipólito, Nersa, Silvestre, Simplicio, Benigno, Darsio, Gregorio, obispos; Beltrán, abad; Sapor, Ampelio, Cayo, Adventor, Octavio, Solutor, Eustasio, Tespesio, Anatolio, Ciriaco, Baso, mártires; Jerónimo, eremita; Gennadio, patriarca; Edmundo, rey y mártir.

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oco se sabe con certeza de la vida de Félix de Valois, en las crónicas trinitarias apenas hay referencias a él, y siempre están rodeadas de un halo de misterio. No han sido pocos los que, incluso, han dudado de su existencia, sin embargo, los documentos pontificios dirigidos al hermano Félix, Ministro son suficientemente aclaratorios para asegurar su existencia, libre, eso sí, de las leyendas y mitologías que lo han rodeado a lo largo de los siglos.
Cuando Juan de Mata celebra su Primera Misa el 28 de enero de 1193 en la Catedral de París, recibe una visión divina que le inspira a comenzar una nueva Orden religiosa en la Iglesia. Esa visión quedó después reflejada en el Mosaico de la Orden Trinitaria, llamado Signum Ordinis Sanctae Trinitatis, que se conserva aún en la fachada de Santo Tomás in Formis, en Roma, y del que en 2010 se cumplen ochocientos años de su realización. Juan de Mata se retira a un desierto de oración cercano a París, cerca de Meaux, un lugar llamado Cerfroid, en donde encuentra a un grupo de ermitaños, encabezados por Félix. Es a estos hombres de oración a quienes cuenta su proyecto y de los que recibe el impulso que necesitaba y buscaba para hacerlo realidad. En la tradición de la Orden siempre se ha considerado a Félix como el primer compañero de Juan de Mata para la fundación de la Orden.
Unos años más tarde, en 1198, Juan viaja a Roma para presentar al papa Inocencio III su proyecto de fundación de una nueva Orden religiosa, que se llamaría Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos. El Papa, en varias bulas confirmatorias, reconoce las casas trinitarias de Cerfroid, Fointeneblau y Bourg la Reine, y en ellas la presencia de los hermanos de la Casa de la Santísima Trinidad, la Domus Trinitatis soñada conjuntamente por Juan y Félix. Más tarde, con la extensión de la Orden Trinitaria, un hermano llamado Félix, Ministro aparece en la casa de Marsella y en la de Cerfroid.
La tradición de la Orden Trinitaria siempre ha considerado a Félix de Valois como el complemento de Juan de Mata. Siendo esta la primera Orden aprobada por la Iglesia de carácter no monástico, fundada en ciudades y en casas, Félix representa la dimensión contemplativa y orante de la misión trinitaria; es obvio que Juan de Mata representa la dimensión activa, redentora, tan característica de la Orden.
Es también tradición que Félix murió en Cerfroid el 4 de noviembre de 1212, un año antes que Juan de Mata muriera en Roma (17 de diciembre de 1213), si bien, como ya hemos dicho con anterioridad, no hay datos precisos que confirmen este dato. Con la pérdida de la Casa de Cerfroid por los trinitarios durante la Revolución francesa, tanto la iglesia como la casa y las tumbas quedaron saqueadas y destruidas. Actualmente hay una comunidad trinitaria en Cerfroid pero de la tumba de Félix no se ha vuelto a saber nada. La parroquia que se atiende desde la Casa lleva su nombre y allí se mantiene la tradición de este hombre sencillo y de fe que colaboró con la fundación de la Orden Trinitaria. El papa Urbano VIII reconoció su culto inmemorial en 1666, junto con el de Juan de Mata, y lo proclamó santo