Liturgia y santoral 20/3/14 JUEVES
FERIA
– Jer 17, 5-10. Maldito quien confía en el hombre; bendito quien confía en el Señor.
– Sal 1. R. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
– Lc 16, 19-31. Recibiste tus bienes, y Lázaro males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces
19 «Era un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas.
20 Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas,
21 deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico… pero hasta los perros venían y le lamían las llagas.
22 Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado.
23 «Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
24 Y, gritando, dijo: “Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.”
25 Pero Abraham le dijo: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado.
26 Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros.”
27 «Replicó: “Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
28 porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento.”
29 Díjole Abraham: “Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan.”
30 El dijo: “No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán.”
31 Le contestó: “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite.”»
SANTORAL:
Santos: Nicetas, Guillermo, Leoncio, Wulfrano, Gutberto, Remigio, obispos; Martín de Dumio, abad: Pablo, Cirilo, Eugenio, José, Alejandra (Sandra), Víctor, Anatolio, Sebastián, Focio, Claudia, Eufrasia, Eufemia, Matrona, Ciriaca, mártires; Arquipo, compañero de San Pablo; Fotina, la Samaritana; Ambrosio, confesor; Heriberto, presbítero y eremita; María Josefa del Corazón de Jesús Sancho de Guerra, fundadora de las Siervas de Jesús de la Caridad.
San Martín de Dumio, arzobispo de Braga y apóstol de los suevos, (c518 † 580). San Martín Dumiense nació, como San Martín de Tours, en Panonia, en la actual Hungría. Fue un gran caminante. Visitó Tierra Santa y trató con los ermitaños de Oriente. Luego Roma, y en Francia, Arlés y Tours. En Tours se encuentra con los emisarios del rey de los suevos que gobernaban en el noroeste de España. Le hablan de sus gentes que han pasado del paganismo a la fe cristiana. Martín se entera de que lo que allí impera es el arrianismo. Sus ansias viajeras y apostólicas es encienden y ya vislumbra su corazón un campo preparado para su celo apostólico. Su campo de apostolado será el reino suevo, establecido siglo y medio antes en la Galicia hispano-portuguesa. Poco después Martín desembarcaba en Galicia por la desembocadura del Miño. Se instaló en Braga, corte de los reyes suevos. Pronto tuvo discípulos deseosos de imitar su vida de soledad y penitencia. Les organizó, les instruyó en lenguas clásicas y en teología, y así nació la abadía de San Martín de Dumio (550), centro de influencia religiosa y fuente de cultura. Nombrado Obispo de Braga (570) y Metropolitano de Galicia, desplegó una intensa actividad. Reúne concilios, como el Lucense y Bracarense, purifica la doctrina de los errores arrianos, promueve la buena formación del clero para renovar la vida del pueblo. Tal era su fama que Gregorio de Tours, su contemporáneo, se siente incapaz de contar sus virtudes y maravillas. Muere el 20 de marzo del año 580. Su monasterio de Dumio, junto a la ciudad de Braga, se alza pronto como gran luminaria auroral de la España sueva y visigótica.