Liturgia y santoral 22/3/19 VIERNES – Abstinencia

FERIA
Génesis 37,3-28
Ahí viene el de los sueños, vamos a matarlo
José era el preferido de Israel, porque le había nacido en la vejez, y le hizo una túnica con mangas. Al ver sus hermanos que su padre lo prefería a los demás, empezaron a odiarlo y le negaban el saludo. Sus hermanos trashumaron a Siquén con los rebaños de su padre. Israel dijo a José: “Tus hermanos deben estar con los rebaños en Siquén; ven, que te voy a mandar donde están ellos.”
José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron desde lejos. Antes de que se acercara, maquinaron su muerte. Se decían unos a otros: “Ahí viene el de los sueños. Vamos a matarlo y a echarlo en un aljibe; luego diremos que una fiera lo ha devorado; veremos en qué paran sus sueños.” Oyó esto Rubén, e intentando salvarlo de sus manos, dijo: “No le quitemos la vida.” Y añadió: “No derraméis sangre; echadlo en este aljibe, aquí en la estepa; pero no pongáis las manos en él.” Lo decía para librarlo de sus manos y devolverlo a su padre. Cuando llegó José al lugar donde estaban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron la túnica con mangas, lo cogieron y lo echaron en un pozo vacío, sin agua. Y se sentaron a comer. Levantando la vista, vieron una caravana de ismaelitas que transportaban en camellos goma, bálsamo y resina de Galaad a Egipto. Judá propuso a sus hermanos: “¿Qué sacaremos con matar a nuestro hermano y con tapar su sangre? Vamos a venderlo a los ismaelitas y no pondremos nuestras manos en él, que al fin es hermano nuestro y carne nuestra.” Los hermanos aceptaron. Al pasar unos comerciantes madianitas, tiraron de su hermano, lo sacaron del pozo y se lo vendieron a los ismaelitas por veinte monedas. Éstos se llevaron a José a Egipto.

Salmo responsorial: 104
Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Llamó al hambre sobre aquella tierra: / cortando el sustento de pan; / por delante había enviado a un hombre, / a José, vendido como esclavo. R.
Le trabaron los pies con grillos, / le metieron el cuello en la argolla, / hasta que se cumplió su predicción, / y la palabra del Señor lo acreditó. R.
El rey lo mandó desatar, / el señor de pueblos le abrió la prisión, / lo nombró administrador de su casa, / señor de todas sus posesiones. R.

Mateo 21,33-43.45-46
Éste es el heredero: venid, lo mataremos
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: “Tendrán respeto a mi hijo.” Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: “Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia.” Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?”
Le contestaron: “Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos.” Y Jesús les dice: “¿No habéis leído nunca en la Escritura: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente”? Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.” Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta.

SANTORAL:
• San Basilio de Ancira, San Bienvenido Scotivoli, San Calinico, San Epafrodito, Santa Lea de Roma, San Nicolás Owen, San Pablo de Narbona.
• Beato Bronislao Komorowski, Beato Clemens August von Galen, Beato Francisco Chartier, Beatos Mariano Górecki.

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San Nicolás Owen S.J. (Oxford,1550; Londres, 2 de marzo de 1606) Santo y mártir jesuita.
Hijo de Walter Owen, carpintero. Fue artesano y albañil, admitido en la Compañía de Jesús en 1580. Colaboró 18 años con los jesuitas Henry Garnet y John Gerard.
Con su habilidad constructora creó escondites y refugios para los católicos perseguidos. Uno de los más famosos está en Thrumton Hall, en Hampshire y fue descubierto en 1927 y uno de los mejor conservados se encuentra en Sawston Hall, condado de Cambridge. En Londres quedan dos en Baddesley Clinton, a las afueras del Strand. Compañero de Misión de San Edmund Campion.
Fue detenido el día de San Jorge de 1594, encarcelado en la prisión de Counter en Bread Street y torturado durante horas. No lograron que el pequeño albañil confesase nada. Gracias a que las familias católicas de la zona reunieron dinero, y a la ignorancia y avaricia de los carceleros, fue puesto en libertad tras negociar y pagar su rescate. Habían liberado al protector de los católicos.
Planificó el audaz escape del padre Gerard de la Torre de Londres. Siguió con su labor de protección de los católicos perseguidos y, ya como coadjutor, se entregó para salvar los padres Garnet y Oldcorne, a quienes consideraba más valiosos que él mismo para la evangelización de Inglaterra. Murió en medio de torturas por orden de Lord Cesio el de 2 de marzo de 1606.