Liturgia y santoral 22/8/14 MO: Sta. MARÍA REINA
Memoria obligatoria: SANTA MARÍA REINA
– Ez 37, 1-14. Huesos secos, escuchad la palabra del Señor. Os haré salir de vuestros sepulcros, casa de Israel.
– Sal 106. R. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
– Mt 22, 34-40. Amarás al señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo
“34Los fariseos, al enterarse de que [Jesús] había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en grupo, 35y uno de ellos le preguntó con ánimo de ponerle a prueba:
‘36Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?’
37El le dijo:
‘Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.
38Este es el mayor y el primer mandamiento.
39El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
40De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas’”.
SANTORAL:
Santa María Reina. Santos: Timoteo, Hipólito, Sinforiano, Atanasio, obispos; Marcial, Saturnino, Epicteto, Félix, Fabriciano, Filiberto, Antusa, Agatónico, Zótico, Mauro, Ireneo, Oro, Orepses, Guniforte, Luciano, Antonio, Mapril, mártires; Sigfrido, Lamberto, abades; Felipe Benicio, confesor.
Santísima Virgen María como Reina. María es Reina por ser Madre de Jesús, Rey del Universo.
La fiesta de hoy fue instituida por el Papa Pío XII, en 1955 para venerar a María como Reina igual que se hace con su Hijo, Cristo Rey, al final del año litúrgico. A Ella le corresponde no sólo por naturaleza sino por mérito el título de Reina Madre.
María ha sido elevada sobre la gloria de todos los santos y coronada de estrellas por su divino Hijo. Está sentada junto a Él y es Reina y Señora del universo.
María fue elegida para ser Madre de Dios y ella, sin dudar un momento, aceptó con alegría. Por esta razón, alcanza tales alturas de gloria. Nadie se le puede comparar ni en virtud ni en méritos. A Ella le pertenece la corona del Cielo y de la Tierra.
María está sentada en el Cielo, coronada por toda la eternidad, en un trono junto a su Hijo. Tiene, entre todos los santos, el mayor poder de intercesión ante su Hijo por ser la que más cerca está de Él.
La Iglesia la proclama Señora y Reina de los ángeles y de los santos, de los patriarcas y de los profetas, de los apóstoles y de los mártires, de los confesores y de las vírgenes. Es Reina del Cielo y de la Tierra, gloriosa y digna Reina del Universo, a quien podemos invocar día y noche, no sólo con el dulce nombre de Madre, sino también con el de Reina, como la saludan en el cielo con alegría y amor los ángeles y todos los santos.
La realeza de María no es un dogma de fe, pero es una verdad del cristianismo. Esta fiesta se celebra, no para introducir novedad alguna, sino para que brille a los ojos del mundo una verdad capaz de traer remedio a sus males