Liturgia y santoral 23/7/14 Fiesta: Sta. BRÍGIDA

Fiesta: SANTA BRÍGIDA, religiosa, patrona de Europa
– Gál 2, 19-20. Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí.
– Sal 33. R. Bendigo al Señor en todo momento.
– Jn 15, 1-8. El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el viñador.
Si alguna de mis ramas no da fruto, Él la arranca; y poda las que dan fruto, para que den más fruto.
Ustedes ya están limpios por las palabras que les he hablado; permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes.
Como la rama no puede producir frutos por sí misma, si no permanece en la vid, así tampoco pueden ustedes producir fruto si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes las ramas; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no pueden hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como ramas secas; luego las recogen y las echan al fuego, y arden.
Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les dará.
Con esto recibe gloria mi Padre, en que ustedes den fruto abundante; así serán discípulos míos».

SANTORAL:
Santos: Brígida de Suecia, fundadora y Patrona de Europa; Rómula, Redenta, Erundina, vírgenes; Trófimo, Teófilo, Vicente, Apolonio, Eugenio, Primitiva, Rasifo, Bernardo, María, Gracia, mártires; Casiano, Hidulfo, Olimpio, confesores; Apolinar, Liborio, Vodino, obispos; Felipe del Corazón de María, Nicéforo, Zacarías y compañeros mártires Pasionistas de Daimiel (beatos).

Imagen
Fiesta de santa Brígida, religiosa, nacida en Suecia, que contrajo matrimonio con el noble Ulfo, de quien tuvo ocho hijos, a todos los cuales educó piadosamente, y consiguió al mismo tiempo, con sus consejos y su ejemplo, que su esposo llevase una vida de piedad. Muerto este, peregrinó a muchos santuarios y dejó varios escritos, en los que habla de la necesidad de reforma, tanto de la cabeza como de los miembros de la Iglesia. Puestos los fundamentos de la Orden del Santísimo Salvador, en Roma pasó finalmente de este mundo al cielo