Liturgia y santoral 27/3/14 JUEVES
FERIA
– Jer 7, 23-28. Aquí está la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios.
– Sal 94. R. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».
– Lc 11, 14-23. El que no está conmigo está contra mí.
14 Estaba expulsando un demonio que era mudo; sucedió que, cuando salió el demonio, rompió a hablar el mudo, y las gentes se admiraron.
15 Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios.»
16 Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo.
17 Pero él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae.
18 Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?.. porque decís que yo expulso los demonios por Beelzebul.
19 Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces.
20 Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
21 Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro;
22 pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos.»
23 «El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama.
SANTORAL:
Santos: Ruperto, Pablo, Gelasio, Felipe, presbíteros; Augusta, Alejandro, Fileto, Lidia, Macedón, Teoprepio, Anfiloquio, Crónidas, Zanitas, Lázaro, Marotas, Nersetes (Narses), Mateo, mártires; Juan, eremita; Bercario y Rómulo, abades; Isaac, monje.
Ruperto significa (en alemán) “hombre de fama brillante”. Obispo de Salzburgo, la hermosa ciudad austriaca. Fue el gran misionero que evangelizó el sur de Alemania, la región de Baviera. Era obispo de la ciudad de Worm. Acompañado de un buen número de misioneros llegó a Baviera en el año 697 y se presentó al duque Teodo, que era pagano y le pidió permiso para evangelizar en esa región. Como llevaba recomendaciones del rey Childeberto, el duque le concedió el permiso de predicar. Una hermana del duque era cristiana y logró convencerlo para que fuera a escuchar los sermones de San Ruperto, y tanto le agradaron que al poco tiempo se hizo cristiano, y junto con gran número de los empleados de su palacio y de su gobierno se hizo bautizar. Esto facilitó mucho la obra de evangelización de San Ruperto y sus compañeros, porque ya en el gobierno no había oposición a la predicación. Ruperto era notorio por su simplicidad, prudencia, y el temor de Dios; él era un amante de la verdad en su discurso, derecho en la opinión, cauto en el consejo, enérgico en acción, admirable en su caridad, y en toda su conducta modelo glorioso de rectitud.
El santo no sólo se preocupaba por la instrucción religiosa de su pueblo sino por su progreso material. En los alrededores de Salzburgo había unas fuentes de agua salada y las hizo explotar técnicamente obteniendo sal para todas las gentes de los alrededores. En Alemania, Austria e Irlanda se levantaron después numerosos templos en honor de este gran misionero y evangelizador, como agradecimiento por sus grandes obras.
San Ruperto murió el 27 de marzo del 718, día de Pascua. Sus reliquias se conservan en la magnífica catedral de Salzburgo, edificada en el siglo XVII.