Liturgia y santoral 27/3/15 SOLEMNIDAD: VIERNES DE DOLORES
SOLEMNIDAD: VIERNES DE DOLORES
Jeremías 20,10-13
El Señor está conmigo, como fuerte soldado
Oía el cuchicheo de la gente: “Pavor en torno; delatadlo, vamos a delatarlo.” Mis amigos acechaban mi traspié: “A ver si se deja seducir, y lo abatiremos, lo cogeremos y nos vengaremos de él.”
Pero el Señor está conmigo, como fuerte soldado; mis enemigos tropezarán y no podrán conmigo. Se avergonzarán de su fracaso con sonrojo eterno que no se olvidará. Señor de los ejércitos, que examinas al justo y sondeas lo íntimo del corazón, que yo vea la venganza que tomas de ellos, porque a ti encomendé mi causa. Cantad al Señor, alabad al Señor, que libró la vida del pobre de manos de los impíos.
Salmo responsorial: 17
En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; / Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R.
Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, / mi fuerza salvadora, mi baluarte. / Invoco al Señor de mi alabanza / y quedo libre de mis enemigos. R.
Me cercaban olas mortales, / torrentes destructores me aterraban, / me envolvían las redes del abismo, / me alcanzaban los lazos de la muerte. R.
En el peligro invoqué al Señor, / grité a mi Dios: / desde su templo él escuchó mi voz, / y mi grito llegó a sus oídos. R.
Jn 19, 25-27
María al pie de la cruz
Junto a la cruz de Jesús estaba de pie su madre, y también la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y, junto a ella, al discípulo que amaba, dijo a su madre: “Mujer, he ahí a tu hijo”. Después dijo al discípulo: “He ahí a tu madre”. Y desde este momento el discípulo la recibió consigo.
SANTORAL:
Santos: Ruperto, Pablo, Gelasio, Felipe, presbíteros; Augusta, Alejandro, Fileto, Lidia, Macedón, Teoprepio, Anfiloquio, Crónidas, Zanitas, Lázaro, Marotas, Nersetes (Narses), Mateo, mártires; Juan, eremita; Bercario y Rómulo, abades; Isaac, monje.
Los católicos manifiestan su fervor religioso en la celebración de los Dolores de Nuestra Señora, incluyendo por ejemplo en la liturgia de la Misa la secuencia del Stabat Mater.
Esta antigua celebración mariana tuvo mucho arraigo en toda Europa y América, y aún hoy muchas de las devociones de la Santísima Virgen del tiempo de Semana Santa, tienen su día festivo o principal durante el Viernes de Dolores, que conmemora los sufrimientos de la Madre de Cristo durante la Semana Santa.
El Concilio Vaticano II consideró, dentro de las diversas modificaciones al calendario litúrgico, suprimir las fiestas consideradas “duplicadas”, esto es, que se celebren dos veces en un mismo año; por ello la fiesta primigenia de los Dolores de Nuestra Señora el viernes antes del Domingo de Ramos fue suprimida, siendo reemplazada por la moderna fiesta de Nuestra Señora de los Dolores el 15 de septiembre.
A pesar de ello, la Santa Sede contempla que, en los lugares donde se halle fervorosamente fecunda la devoción a los Dolores de María, este día puede celebrarse sin ningún inconveniente con todas las prerrogativas que le son propias