Liturgia y santoral 28/3/13 JUEVES SANTO

JUEVES SANTO EN LA CENA DEL SEÑOR
– Éx 12, 1-8. 11-14. Prescripciones sobre la cena pascual.
– Sal 115. R. El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo.
– 1Cor 11, 23-26. Cada vez que coméis y bebéis, proclamáis la muerte del Señor.
– Jn 13, 1-15. Los amó hasta el extremo.
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido. Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: “Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?” Jesús le replicó: “Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.” Pedro le dijo: “No me lavarás los pies jamás.” Jesús le contestó: “Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.” Simón Pedro le dijo: “Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.” Jesús le dijo: “Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.” Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: “No todos estáis limpios.”
Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: “¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.”

SANTORAL:
Santos: Esperanza (o Spe), abad; Sixto III, papa; Gontrán, rey; Proco, Malco, Alejandro, Cástor, Teodora, Doroteo, Rogato, Suceso, mártires; Gundelinda (Güendolina), abadesa; Esiquio, confesor.

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Con la Misa que tiene lugar en las horas vespertinas del jueves de la Semana Santa, la Iglesia comienza el Triduo Pascual y evoca aquella cena en la cual el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado hasta el extremo a los suyos que
estaban en el mundo, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del
pan y del vino y los entregó a los apóstoles para que los sumiesen, mandándoles que
ellos y sus sucesores en el sacerdocio también lo ofreciesen (CO, 297).
Toda la atención del espíritu debe centrarse en los misterios que se recuerdan en la Misa:
es decir, la institución de la Eucaristía, la institución del Orden sacerdotal y el mandamiento
del Señor sobre la caridad fraterna. Son éstos los puntos que conviene recordar
a los fieles en la homilía, para que tan grandes misterios puedan penetrar más profundamente
en su piedad y los vivan intensamente en sus costumbres y en su vida