Liturgia y santoral 3/2/14 ML: S. BLAS
Memoria libre: SAN BLAS, obispo y mártir
– 2Sam 15, 13-14. 30; 16, 5-13a. Huyamos de Absalón. Dejad a Semeí que me maldiga, porque se lo ha mandado el Señor.
– Sal 3. R. Levántate, Señor, sálvame.
– Mc 5, 1-20. Espíritu inmundo, sal de este hombre
1 Y llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos.
2 Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo
3 que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas,
4 pues muchas veces le habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarle.
5 Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras.
6 Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante él
7 y gritó con gran voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.»
8 Es que él le había dicho: «Espíritu inmundo, sal de este hombre.»
9 Y le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?» Le contesta: «Mi nombre es Legión, porque somos muchos.»
10 Y le suplicaba con insistencia que no los echara fuera de la región.
11 Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie del monte;
12 y le suplicaron: «Envíanos a los puercos para que entremos en ellos.»
13 Y se lo permitió. Entonces los espíritus inmundos salieron y entraron en los puercos, y la piara – unos 2.0000 se arrojó al mar de lo alto del precipicio y se fueron ahogando en el mar.
14 Los porqueros huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas; y salió la gente a ver qué era lo que había ocurrido.
15 Llegan donde Jesús y ven al endemoniado, al que había tenido la Legión, sentado, vestido y en su sano juicio, y se llenaron de temor.
16 Los que lo habían visto les contaron lo ocurrido al endemoniado y lo de los puercos.
17 Entonces comenzaron a rogarle que se alejara de su término.
18 Y al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía estar con él.
19 Pero no se lo concedió, sino que le dijo: «Vete a tu casa, donde los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido compasión de ti.»
20 El se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo que Jesús había hecho con él, y todos quedaban maravillados.
SANTORAL:
Santos: Blas, Oscar (Anscario, Anskar), obispos; Celerino, diácono; Laurentino, Ignacio, Celerina, Hipólito, Félix, Sinfronio, mártires; Lupicino, Tigrido, Adrián, Remedio, presbíteros; Nitardo, Elinando, monjes; Azarías, profeta; Adelino, abad; Olivaria, Secundina, vírgenes y mártires; Vereburga, abadesa; Claudina Thévenet, fundadora.
Blas de Sebaste, venerado como san Blas, fue un médico, obispo de Sebaste (Sebastensis armenorum) en Armenia (actual Sivas, Turquía), y mártir cristiano. Hizo vida eremítica en una cueva en el bosque del monte Argeus, que convirtió en su sede episcopal. Fue torturado y ejecutado en la época del emperador romano Licinio, durante las persecuciones a los cristianos de principios del siglo IV.
Su culto se extendió por todo Oriente, y más tarde por Occidente. En la Edad Media, se llegaron a contabilizar solamente en Roma 35 iglesias bajo su advocación. Su festividad se celebra 3 de febrero en las Iglesias de Occidente y el 11 de febrero en las de Oriente.1
Se lo considera patrono de los enfermos de garganta (faringe), y de los otorrinolaringólogos.