Liturgia y santoral 6/4/19 SÁBADO

SÁBADO
Jeremías 11,18-20
Yo, como cordero manso, llevado al matadero
El Señor me instruyó, y comprendí, me explicó lo que hacían. Yo, como cordero manso, llevado al matadero, no sabía los planes homicidas que contra mí planeaban: “Talemos el árbol en su lozanía, arranquémoslo de la tierra vital, que su nombre no se pronuncie más.” Pero tú, Señor de los ejércitos, juzgas rectamente, pruebas las entrañas y el corazón; veré mi venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa.

Salmo responsorial: 7
Señor, Dios mío, a ti me acojo.
Señor, Dios mío, a ti me acojo, / líbrame de mis perseguidores y sálvame, / que no me atrapen como leones / y me desgarren sin remedio. R.
Júzgame, Señor, según mi justicia, / según la inocencia que hay en mí. / Cese la maldad de los culpables, / y apoya tú al inocente, / tú que sondeas el corazón y las entrañas, / tú, el Dios justo. R.
Mi escudo es Dios, / que salva a los rectos de corazón. / Dios es un juez justo, / Dios amenaza cada día. R.

Juan 7,40-53
¿Es que de Galilea va a venir el Mesías?
En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: “Éste es de verdad el profeta.” Otros decían: “Éste es el Mesías.” Pero otros decían: “¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?” Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: “¿Por qué no lo habéis traído?” Los guardias respondieron: “Jamás ha hablado nadie como ese hombre.” Los fariseos les replicaron: “¿También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la Ley son unos malditos.” Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: “¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?” Ellos le replicaron: “¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas.” Y se volvieron cada uno a su casa.

SANTORAL:
• San Celestino I, San Eutiquio de Constantinopla, San Filarete, Santa Gala, San Guillermo de París, San Ireneo de Sirmo, San Marcelino de Cartago, San Pablo Lè Bao Tinh, San Pedro de Verona, San Prudencio de Troyes, San Winebaldo.
• Beata Catalina de Pallanza, Beato Ceferino Agostini, Beato Notker Balbulus, Beata Petrina Morosini.

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Celestino I (Roma, ¿?-27 de julio de 432) fue el Papa n.º 43 de la Iglesia católica de 422 a 432.
Hijo de Prisco, ciertas fuentes lo emparentan con el emperador Valentiniano III. Fue diácono en Roma y, según la tradición, durante un tiempo vivió en Milán donde conoció a San Antonio Abad.
Elegido papa por aclamación el 10 de septiembre de 422, tuvo que hacer frente a un variado número de doctrinas heréticas como el nestorianismo, el pelagianismo, el donatismo, el maniqueísmo y el novacianismo y que culminaron en los últimos días de su pontificado con la celebración del Concilio de Éfeso en 431, que supuso la condena tanto del pelagianismo como del nestorianismo. Esta última doctrina, defendida por el patriarca de Constantinopla, Nestorio, separaba las dos naturalezas de Cristo y definía a María como Khristotokos (Madre de Cristo) pero no como Theotokos (Madre de Dios);
En el citado concilio, Celestino estuvo representado por Cirilo de Alejandría quien defendió la unidad de las dos naturalezas de Cristo y que servirá de base en un futuro para que Eutiques elabore la doctrina que dará lugar al monofisismo.
Celestino I murió el 27 de julio de 432.