Liturgia y santoral 7/3/13 Conm: Stas. PERPETUA y FELICIDAD

Conmemoración: SANTA PERPETUA Y FELICIDAD, mártires
– Jer 7, 23-28. Esta es la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios.
– Sal 94. R. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».
– Lc 11, 14-23. El que no está conmigo está contra mí
En aquel tiempo, Jesús estaba echando un demonio que era mudo y, apenas salió el demonio, habló el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron: “Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios.”
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: “Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.”

SANTORAL:
Santos: Perpetua y Felicidad (Felícitas), Sátiro, Revocato, Saturo, Secúndulo, Julián, Eubulo, mártires; Teofilacto, Gaudioso, Pablo, obispos; Efrén, Basilio, Agatodoro, Elpidio, Eterio, Capitón, obispos y mártires; Pablo el simple, anacoreta; Esterwino, Equicio, abades; Ardón, monje; Teresa Margarita del S. C., virgen.

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Santas Perpetua y Felicidad, con sus compañeros Revocato, Saturnino y Secúndulo, Cartago († 204) Vibia Perpetua, una joven madre de 22 años, escribió en prisión el diario de su arresto, de las visitas que recibía, de las visiones y de los sueños, y siguió escribiendo hasta la víspera del suplicio. “Nos echaron a la cárcel (escribe) y quedé consternada, porque nunca me había encontrado en lugar tan oscuro. Apretujados, nos sentíamos sofocar por el calor, pues los soldados no tenían ninguna consideración con nosotros”. Perpetua era una mujer de familia noble y había nacido en Cartago; con ella fueron encarcelados Saturnino, Revocato, Secóndulo y Felicidad, que era una joven esclava de la familia de Perpetua, todos catecúmenos. A los cinco se unió su catequista Saturno y, gracias a él, todos pudieron recibir el bautismo antes de ser echados a las fieras y decapitados en el circo de Cartago, el 7 de marzo del año 203. Ser cristianos en esa época de fe y de sangre constituía un riesgo cotidiano: el riesgo de terminar en un circo, como pasto para las fieras y ante la morbosa curiosidad de la muchedumbre. Perpetua tenía un hijito de pocos meses. Los escritos de Perpetua formaron un libro que se llama Pasión de Perpetua y Felicidad, que después completó otra mano, tal vez la de Tertuliano, que narró cómo las dos mujeres fueron echadas a una vaca brava que las corneó bárbaramente antes de ser decapitadas. La frescura de esas páginas ha llenado de admiración y conmoción a enteras generaciones. Precisamente los hermanos en la fe fueron quienes pidieron a Perpetua que escribiera esos apuntes para dejar a todos los cristianos por escrito un testimonio de edificación