Novena a Nuestra Madre la Virgen de los Dolores: Día 6º
De cuando vio expirar al Señor en la Cruz y después herir con una lanza
Tristísima y dolorosísima Virgen María, mi Señora, que después de haber visto padecer a vuestro Unigénito Hijo los más grandes tormentos, le visteis expirar, y cuando parecía haberse acabado su pasión visteis a un soldado levantar la lanza y romper Su santísimo Costado, rompiendo con ella vuestro amante corazón; os suplico, Señora, que me alcancéis del Señor que yo expire y muera a mis apetitos y pasiones, y me aproveche de la puerta que de su costado ha quedado abierta para salvación de los hombres; y que rociado en su divina sangre y agua, entre limpio de mis culpas a la eternidad de la gloria; y alcanzadme el favor particular que os pido, si ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
Sexto día de la Novena a Nuestra Señora de los Dolores.
ORACIÓN:
Dolorosísima y purísima Virgen María, Madre del mejor Hijo, y la más afligida de todas las madres del mundo, postrado a vuestros pies, os ruego humildemente, Señora, si este favor que pido ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma, me le alcancéis de su divina piedad, y que siempre haga en todo su santísima voluntad.
SEXTO DOLOR
De cuando vio expirar al Señor en la Cruz y después herir con una lanza
Tristísima y dolorosísima Virgen María, mi Señora, que después de haber visto padecer a vuestro Unigénito Hijo los más grandes tormentos, le visteis expirar, y cuando parecía haberse acabado su pasión visteis a un soldado levantar la lanza y romper Su santísimo Costado, rompiendo con ella vuestro amante corazón; suplicóos, Señora, que me alcancéis del Señor que yo expire y muera a mis apetitos y pasiones, y me aproveche de la puerta que de su costado ha quedado abierta para salvación de los hombres; y que rociado en su divina sangre y agua, entre limpio de mis culpas a la eternidad de la gloria; y alcanzadme el favor particular que os pido, si ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
7 AVES MARÍA Y 7 GLORIAS
PÍDASE LA GRACIA QUE SE DESEE ALCANZAR
ORACIÓN FINAL :
Soberana Virgen María y mi amantísima Madre, y de todos los pecadores, que tenéis en el ara de la Cruz a vuestro Unigénito Hijo, ofrecedle al Eterno Padre en agradable Sacrificio, para remedio de los hombres y satisfacción entera y superabundante de sus culpas, y pedidle, Señora, que mire a su Hijo crucificado, y a Vos amantísima Madre suya traspasada de dolor; y que se duela de los infieles y herejes y los traiga al gremio de su santa Iglesia. Amén.
A tu alma atravesará una espada de dolor dijo a María, Simeón.
Ruega por nosotros Virgen dolorosísima.
R. Para que nos hagamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Señor Dios, en cuya pasión según la profecía de Simeón, traspasó una espada de dolor a la dulcísima alma de la gloriosa Virgen y Madre María, concede propicio que nosotros los que traemos a la memoria, venerando sus dolores y su pasión por sus gloriosos merecimientos, y por las súplicas e intercesión de todos aquellos Santos que fielmente la acompañaron al pie de la Cruz, consigamos el feliz estado de pasión por nuestro Señor Jesucristo. Amén.