SANTO CRISTO DEL HUMILLADERO

Crucificado que presidía el retablo de la ermita que levantó la Cofradía en la Puerta del Campo Grande, conocida como el Humilladero -de ahí su nombre- siendo este su emplazamiento y lugar de veneración hasta que en 1681 pasó a presidir el retablo mayor de la Iglesia situada al final de la calle de la Platería…

SANTO CRISTO DEL HUMILLADERO

  ANÓNIMO (S. XV)

 

 

Crucifcado que presidía el retablo de la ermita que levantó la Cofradía en la Puerta del Campo Grande, conocida como el Humilladero -de ahí su nombre- siendo este su emplazamiento y lugar de veneración hasta que en 1681 pasó a presidir el retablo mayor de la Iglesia situada al final de la calle de la Platería, para ser colocado en la hornacina principal del retablo mayor, acompañado a cada lado por las figuras de la Virgen y San Juan conformando un Calvario. En 1757 fue reemplazado por la Dolorosa.

Su posterior ubicación en un altar situado en el lado de la Epístola, fue definitiva hasta el día de hoy, con la salvedad de unos meses que estuvo confinado en el Convento de San Francisco como consecuencia del incendio que sufrió la Iglesia a principios del s. XIX. Este altar es un retablo compuesto por un arco de medio punto sobre el que se asienta un marco -que también procede del retablo mayor- con motivos vegetales en dorado y una serie de veinticuatro espejos ovalados, con un remate en la parte alta que alberga el escudo de la Cofradía.

La imagen muestra el influjo de Alonso Berruguete, como se observa en el alargamiento y el retorcimiento de la figura, con una tendencia al expresionismo que alcanza un dramatismo espiritual. Sin embargo hay un tratamiento más moderado de los medios empleados por Berruguete que nos conduce a la gubia de algún seguidor.

En múltiples ocasiones el Cristo fue trasladado hasta la ermita como rogativa para implorar lluvia, cosechas abundantes o ayuda en las pestes y calamidades que asolaron Valladolid.